Dalia Ramos, la número uno en la Fórmula 1

México.- Fórmula 1 no solo es una de las competiciones más exigentes del automovilismo, sino también un entorno donde la presencia femenina aún es limitada. Sin embargo, la ingeniera mexicana Dalia Ramos está decidida a cambiar esa realidad. Desde su llegada a Alpine en 2021, ha trabajado como jefa de Ensamblaje y Pruebas de monoplazas, desempeñando un papel clave en la puesta a punto de los autos que competirán en la temporada 2025. Pero su ambición no se detiene ahí: su objetivo es convertirse en CEO o presidenta de una escudería de Fórmula 1.

Inspirada por la trayectoria de Susie Wolff, actual CEO de la F1 Academy, Ramos cree que es momento de que más mujeres asuman roles de liderazgo en el automovilismo. “Me encantaría llegar a ser CEO y estar a cargo del área operativa. No sé cuántos años falten para eso, pero definitivamente me veo en Fórmula 1”, declaró en una entrevista con ESPN.

Aunque el camino no ha sido fácil, su presencia ya ha marcado una diferencia. Actualmente, el 13% del personal de Alpine son mujeres, un pequeño pero significativo avance desde su llegada.

No obstante, Ramos reconoce que aún es difícil encontrar candidatas para puestos de alto nivel en la industria, lo que la motiva a seguir impulsando la inclusión.

En su rol actual, lidera a un equipo de 50 personas encargadas del ensamblaje final y las pruebas mecánicas de los monoplazas que conducirán Pierre Gasly y Jack Doohan en 2025. Sin embargo, su ascenso dentro de la escudería no ha estado exento de obstáculos. Uno de sus primeros desafíos fue enfrentar el machismo dentro del equipo, cuando un gerente renunció al enterarse de que tendría que reportarle a ella. “Dijo que no le iba a reportar a una mujer, que yo no sabía lo que hacía. Se fue de inmediato. Pero lo reemplazamos con una mujer y seguimos adelante”, relató.

Con una visión clara y un liderazgo firme, Dalia Ramos representa un ejemplo de perseverancia en un deporte tradicionalmente dominado por hombres. Su presencia en la Fórmula 1 no solo abre puertas para futuras generaciones de mujeres en la ingeniería automotriz, sino que también demuestra que el talento y la determinación son los verdaderos motores del éxito.