Estos son los estados del país con más familias de 'clase alta'
México.- En México, las clases sociales continúan siendo una fuente de división y desigualdad, determinando no solo el nivel económico, sino también el acceso a la calidad de vida. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por erradicar la pobreza, las diferencias persisten, aunque con algunos signos de cambio en los últimos años.
Según datos del CONEVAL, entre 2020 y 2022, la pobreza extrema en el país disminuyó del 8.5% al 7.1%, un avance significativo pero aún insuficiente para eliminar por completo las disparidades sociales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela una distribución desigual: el 56.6% de la población se encuentra dentro de la clase baja, el 42.2% en la clase media y solo el 1.2% en la clase alta. Esta marcada diferencia refleja la brecha en el estilo de vida de los mexicanos.
Las familias de clase media se concentran principalmente en cinco estados: Sonora, Jalisco, Baja California, Colima y la Ciudad de México. Con una edad promedio de 35.9 años y una familia nuclear de hasta 3.1 integrantes, estos individuos suelen acumular 11.2 años de estudios y obtener un salario mensual promedio de 22,297 pesos mexicanos.
Por otro lado, la clase baja se concentra principalmente en Tlaxcala, Puebla, Guerrero y Chiapas. Con una edad promedio de 31 años y una familia nuclear de 3.9 integrantes, las personas de esta clase social tienen un ingreso mensual de 11,343 pesos mexicanos, gastando la mayoría en educación y gasolina.
En contraste, las familias de clase alta se encuentran principalmente en la Ciudad de México, Nuevo León, Yucatán, Colima y Querétaro. Con una edad promedio de 40 años y una familia nuclear de 2.4 integrantes, estos individuos acumulan 15.2 años de estudios y tienen un ingreso mensual promedio de 77,975 pesos mexicanos. Sus gastos se centran en alimentos, bebidas, cigarros y tarjetas de crédito.
Esta división socioeconómica no solo se refleja en los ingresos y gastos, sino también en aspectos como la educación, la estabilidad laboral y la estructura familiar. A pesar de los esfuerzos por reducir las desigualdades, el camino hacia una sociedad más equitativa y justa sigue siendo un desafío para México.