Gripe aviar ¿La próxima pandemia de la humanidad?
La gripe aviar representa una amenaza global latente e inquietante, especialmente tras la reciente confirmación de casos de transmisión del virus H5N1 desde vacas a humanos, así como posibles contagios entre personas en Estados Unidos, que actualmente se están investigando.
Desde el brote inicial del virus de la influenza aviar H5N1 en 1959 en aves de corral en Escocia y su transmisión a humanos en 1997 en Hong Kong, la situación ha evolucionado significativamente. La aparición de virus H5N1 del linaje altamente patógeno ha provocado epizootias en aves silvestres y de corral a nivel mundial, resultando en la muerte de cientos de millones de aves en los últimos años, un panorama ya preocupante por el impacto ecológico y los riesgos que conlleva.
Recientemente, el virus dio un paso inquietante. El 25 de marzo de 2024, se detectó por primera vez el H5N1 en muestras de leche no pasteurizada y en la garganta del ganado lechero en Estados Unidos. Desde entonces, catorce estados han notificado brotes en vacas lecheras, afectando a 243 rebaños.
Análisis genéticos indican que el contagio provino de un ave infectada que transmitió el virus a una vaca lechera a finales de 2023 o principios de 2024. Hasta ahora, este clado no se ha registrado en ganado lechero fuera de EE. UU., lo que sugiere que el virus se ha adaptado a este nuevo hospedador. La contaminación de las máquinas de ordeño podría haber jugado un papel clave en la transmisión.
A pesar de que las vacas infectadas no presentan enfermedades graves, producen menos leche y de apariencia poco atractiva, lo que podría impactar significativamente la industria lechera estadounidense y, por ende, la producción lechera mundial. La pasteurización se ha comprobado efectiva para eliminar el virus, lo que hace recomendable evitar el consumo de leche cruda.
La actual alarma sobre el H5N1 en ganado lechero en EE. UU. ha generado preocupaciones sobre el riesgo de transmisión sostenida entre humanos. Desde abril de 2024, se han notificado varios casos de infección humana asociados con la exposición a vacas lecheras enfermas. Algunos pacientes presentaron síntomas respiratorios leves y afectaciones oculares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) investigan varios casos de personas infectadas que no tienen exposición conocida a animales infectados. Entre ellos se encuentra un paciente en Missouri, cuyo contagio no ha podido explicarse. Este caso ha llevado a que otros siete pacientes, en contacto con él, desarrollen síntomas.
El riesgo de una pandemia es real. Desde 2003, se han reportado 896 casos de infección humana por H5N1 en 24 países, de los cuales 463 han sido mortales, lo que representa una tasa de mortalidad del 52 por ciento.
Para prevenir la propagación del H5N1, es esencial evitar el contacto con aves silvestres, aves de corral y otros animales infectados. También se recomienda no consumir leche cruda ni productos lácteos crudos, especialmente de animales con sospecha de infección.
La vigilancia y la preparación ante la posible aparición de una pandemia son cruciales. Aunque la vacuna contra la gripe estacional no protege contra el H5N1, se aconseja a las personas en riesgo que se vacunen para reducir la prevalencia de la gripe estacional, lo que a su vez podría disminuir el riesgo de coinfección.
Estamos ante una crisis global del virus H5N1 y la incertidumbre sobre su impacto en la salud humana está en aumento. Es fundamental aumentar la vigilancia, mejorar la comunicación sobre nuevos casos y reforzar las medidas de prevención y control.