La matanza de Querétaro fulmina la fantasía de los Estados santuario en México
México.- El ataque ocurrido este fin de semana en el bar Cantaritos en Querétaro, donde un grupo armado abrió fuego contra los asistentes dejando diez muertos y varios heridos, ha sorprendido a la sociedad mexicana, acostumbrada a ver a este estado como una zona relativamente segura. La violencia que antes se concentraba en estados vecinos como Guanajuato y Michoacán ha tocado ahora a Querétaro, desmantelando la idea de "estados santuario".
Para algunos expertos en seguridad, como David Saucedo, analista de la dinámica del crimen organizado en el centro del país, el concepto de "zonas libres de violencia" nunca fue real. "El crimen estaba allí, aunque la falta de competencia entre grupos mantenía la calma. La llegada de nuevas organizaciones, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha cambiado el panorama", explicó.
El caso de Querétaro recuerda a lo ocurrido en Chiapas, donde la violencia ha crecido de forma sostenida pese a que Morena y sus aliados afirman que la violencia disminuye en regiones bajo su gobierno. Chiapas, en manos de Morena desde 2018, ha enfrentado brotes de violencia atribuidos a rupturas de alianzas entre cárteles locales y la llegada del CJNG.
**Un ataque sin precedentes**
La violencia en el estado parece estar ligada a conflictos entre grupos criminales, que buscan controlar no solo el tráfico de drogas, sino también actividades ilegales como el huachicol, la extorsión y la manipulación de contratos públicos. "Ya no es solo por el narcotráfico", comenta Carlos Flores, investigador del CIESAS, "es una disputa por cada oportunidad económica".
La policía ha detenido a un sospechoso relacionado con el ataque y reveló que los agresores buscaban a un hombre conocido como "La Flaca", presunto integrante del CJNG. Aunque el Gobierno apunta a un ajuste de cuentas, los analistas sugieren otras hipótesis, desde el cobro de piso hasta un intento de "calentar la plaza" para sembrar terror en la región.
Carlos Flores, además, recordó que, recientemente, las autoridades aseguraron media tonelada de cocaína en Sonora, proveniente de Querétaro, lo que podría contextualizar este brote de violencia en el estado.
David Saucedo subraya que la violencia en Querétaro es parte de un conflicto más amplio entre cárteles que buscan expandir su control por el corredor que conecta Querétaro con Celaya, Salamanca y León, una ruta clave para el transporte de drogas hacia Estados Unidos. En esta área, el debilitamiento del Cártel Santa Rosa de Lima, conocido por su actividad en el robo de combustible, ha permitido que el CJNG avance en su expansión.
El ataque en el bar Cantaritos simboliza el fin de un paradigma de seguridad en Querétaro y representa una llamada de atención sobre la fragilidad de la seguridad en cualquier estado del país. "La violencia puede desbordarse en cualquier lugar, incluso en entidades que parecían estar a salvo", advierte Flores.