¿Podrá China defender a la Tierra de un asteroide del tamaño del Empire State?
El asteroide Bennu, con un peso de 77,5 millones de toneladas y un diámetro comparable al del Empire State Building, presenta una amenaza potencial para la Tierra en un futuro lejano. Según los estudios, Bennu tiene una entre 2.700 posibilidades de impactar una gran extensión del planeta. Este evento generaría una energía equivalente a 1.200 megatones, 80.000 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima, causando consecuencias regionales catastróficas y una crisis humanitaria y económica global.
Para mitigar este riesgo, un equipo de científicos chinos ha propuesto una solución audaz: lanzar 23 cohetes del modelo Larga Marcha 5 para desviar la trayectoria del asteroide. Este plan fue detallado en un artículo publicado en la revista científica *Icarus*. La estrategia china involucra el uso de cohetes con la suficiente energía cinética para cambiar la órbita de Bennu, alejándolo de un posible rumbo de colisión con la Tierra.
El proyecto, denominado AKI (Assembled Kinetic Impactor), implica que cada cohete impactará contra la superficie de Bennu, y la nave en la parte superior del cohete controlará la trayectoria de cada uno. Cada AKI tendría un peso de 992 toneladas. Según el equipo, este sistema sería más efectivo que el plan CKI (Classic Kinetic Impactor) propuesto por la NASA, que contempla el lanzamiento de entre 34 y 53 cohetes una década antes del potencial impacto.
A pesar de estos planes, la necesidad de tal intervención aún no está confirmada. Será en el año 2135 cuando Bennu pase cerca de la Tierra y se defina una “cerradura orbital” que permitirá a los astrónomos calcular con precisión las posibilidades de choque en el próximo encuentro esperado en 2185. Si se determina que una colisión es probable, se necesitará una misión de desvío lanzada con al menos una década de anticipación.
Mientras tanto, los científicos advierten sobre la amenaza de asteroides aún desconocidos que podrían ser lo suficientemente grandes como para devastar ciudades enteras. La Conferencia de Defensa Planetaria de la Academia Internacional de Astronáutica subraya la necesidad de mejores sistemas de detección temprana y cohetes más grandes y rápidos para enfrentar futuros desafíos de impacto. Como señaló Elon Musk, la innovación tecnológica y la vigilancia continua serán clave para proteger a la Tierra de estas amenazas cósmicas.