¿Quién trató (otra vez) de dispararle a Trump?

EEUU.- Un hombre sospechoso de intentar asesinar al expresidente Donald Trump acampó cerca de un campo de golf en Florida con un fusil durante casi 12 horas antes de ser detectado por un agente del Servicio Secreto, quien abrió fuego, según documentos judiciales presentados el lunes.

Ryan Wesley Routh, de 58 años, enfrenta cargos por posesión de un arma de fuego a pesar de haber sido previamente condenado por un delito grave, y por portar un arma con el número de serie borrado. No disparó ni tuvo a Trump en su campo de visión, informó el director interino del Servicio Secreto.

Routh compareció ante un tribunal federal en West Palm Beach, respondiendo preguntas sobre su situación laboral e ingresos. Esposado y vestido con un traje de presidiario, interactuó brevemente con su abogado antes de la audiencia. Su defensor no hizo declaraciones al final de la sesión.

El arresto ocurrió el domingo por la tarde cuando los agentes del Servicio Secreto notaron el cañón de un arma asomándose desde unos arbustos en el campo de golf donde Trump jugaba. Los fiscales solicitaron que Routh permanezca detenido por riesgo de fuga, y un juez federal programó más audiencias para los próximos días.

Una declaración del FBI reveló que Routh estuvo en el lugar desde la madrugada del domingo hasta la tarde, cuando fue arrestado. En el lugar se encontró una cámara, un fusil cargado con mira telescópica y comida. No se han revelado nuevos detalles sobre los motivos de Routh, aunque dejó rastros en internet que muestran posturas políticas cambiantes y descontento con la situación mundial.

En un libro autopublicado en 2023, Routh criticó a Trump y lo llamó "bufón" por el asalto al Capitolio y su decisión de abandonar el acuerdo nuclear con Irán. También intentó reclutar combatientes para Ucrania a través de un sitio web, buscando apoyo para defenderse de la invasión rusa.

Registros judiciales indican que Routh tiene antecedentes penales por delitos graves, incluyendo la posesión de bienes robados en Carolina del Norte en 2002.