¿Qué pasaría si gobernara Xóchitl? ¿Y Sheinbaum?

México.- A menos de dos meses de las elecciones más grandes en la historia de México, que se llevarán a cabo el 2 de junio, la expectación crece ante la contienda entre dos mujeres que encabezan las encuestas: la oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora Xóchitl Gálvez. Especialistas consultadas destacan la importancia simbólica de tener por primera vez una mujer presidenta en un país donde persiste la violencia de género.

Según Palmira Tapia, analista política, este hecho es significativo en términos de discurso y mensaje, especialmente para las generaciones más jóvenes. Mariana Linares Cruz, cofundadora de Aúna, plataforma que promueve liderazgos femeninos, coincide en que ver a una candidata mujer con sus derechos políticos asegurados es positivo en términos de representatividad para todas las mujeres.

Sheinbaum, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, lidera las encuestas, seguida por Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México. El tercer lugar lo ocupa Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano.

Sin embargo, Linares Cruz señala que la representatividad de estas candidatas puede ser limitada, ya que "cuerpo de mujer no necesariamente significa mente de mujer". Destaca la importancia de que desarrollen una agenda que represente verdaderamente a las mujeres.

En México, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1955, y desde entonces se han implementado cuotas de género y el principio de paridad en la legislación electoral. La posible elección de una mujer presidenta marcaría un hito en el proceso de inclusión política de las mujeres en el país.

Ambas candidatas tienen trayectorias políticas distintas: Sheinbaum tiene un perfil más académico, mientras que Gálvez comenzó su carrera política después de trabajar en el sector privado. Las expertas señalan que sus formas de gobernar serían diferentes, pero enfatizan la importancia de que ambas desarrollen una agenda política que aborde las necesidades de las mujeres.

Después del primer debate, las expertas esperan que en el segundo debate presidencial se perfilen mejor las propuestas tangibles de las candidatas en relación con las mujeres, más allá de las narrativas que han estado defendiendo en sus eventos de campaña.