Semana de horror en Chiapas: más de 4 mil desplazados, muertos y casas quemadas
Chiapas.- La Fiscalía de Chiapas ha informado este sábado del “rescate” de 4.187 vecinos del municipio de Tila, en el norte del estado, tras una semana de violencia desatada por criminales. Los vecinos, que estuvieron escondidos en sus casas, han denunciado la embestida a través de mensajes en redes sociales y a familiares desde el martes. Los ataques han dejado al menos dos personas muertas, un hombre de 41 años y un menor de 16. La Fiscalía ha contabilizado 21 vehículos y 17 casas quemadas.
Los desplazados han sido acomodados en albergues en diferentes puntos del estado. Esta crisis se suma a otras registradas en el último año en la frontera central, en la Sierra Mariscal, en comunidades como Chicomuselo o Frontera Comalapa, y en la región de Los Altos, cerca de San Cristóbal de las Casas. Las peleas entre grupos criminales explican parte de la violencia que provoca estos desplazamientos. En el caso de Tila, un largo conflicto ejidal, atravesado por intereses políticos y económicos, es el marco de la embestida.
Durante los ataques, un vecino de la cabecera municipal describía la situación: “Sobrevivimos de milagro”, dijo el miércoles por la mañana. “Las detonaciones empezaron como a las 20:00 [del martes], se escuchaban ráfagas en varios puntos de la cabecera, tanto en la periferia como en el centro. Se oían también gritos, aunque desconocíamos quiénes eran. Por Facebook empezaron a decir que había gente armada en el centro. Luego empezaron a quemar casas”. Este vecino y su hermano lograron huir de las llamas cuando los criminales quemaron su propia vivienda el miércoles en la noche.
La violencia se intensificó con los criminales cortando las torres de electricidad, dejando la zona sin luz. “La situación sigue tensa y aún estamos en el abandono, no sabemos qué vaya a pasar en las próximas horas”, añadió el jueves. “Es lamentable ver esta saña... No he entendido cuál es el motivo de que quieran hacer esto contra la población en general. Casi nos queman vivos”.
La complejidad del conflicto en Tila es máxima. Con el 98% de sus 83,000 habitantes viviendo en condiciones de pobreza, resulta difícil identificar a los atacantes o señalar su filiación. Un conflicto por 130 hectáreas de terreno está en el origen de esta disputa que dura décadas, pero que se ha recrudecido desde el segundo semestre del año pasado con ataques y asesinatos de líderes comunales, como el de Carmen López, integrante del Consejo Nacional Indígena, en enero.
La pelea por la tierra es el hilo conductor del conflicto. Por un lado, está el ejido de Tila, territorio comunal, parte del municipio, y los ejidatarios, sus hijos, nietos... En el ejido viven también avecindados, población sin derecho a tierra pero que ha echado raíces allí. Del otro lado están las autoridades municipales y el poder que detentan, intermediarios durante años de los programas sociales del Gobierno.
La lucha por estas 130 hectáreas, donde funcionaba el palacio de Gobierno municipal hasta 2015, se ha complicado con escisiones dentro del grupo de ejidatarios y el poder político siempre al acecho. “El Partido Verde también es el gran causante de lo que pasa aquí, al perpetuarse en el poder por más de casi 20 años”, dijo un vecino. “La mayoría de la población no somos afines a ellos, por lo mismo de tener en abandono a la cabecera. Muchos pobladores estamos hartos de que ese mismo partido y el ayuntamiento no provean ni los servicios básicos de luz, agua potable, recolección de basura, pavimentación, etcétera”.