Tributo a la maternidad: Esta es la historia del Día de la Madre

El Día de la Madre en México tiene una interesante historia que se remonta a 1922. La iniciativa surgió de José Vasconcelos, quien era el secretario de Educación Pública en ese momento, y Rafael Alducín, un periodista y fundador del periódico "Excelsior". Ambos se inspiraron en los festejos similares que se llevaban a cabo en Estados Unidos.

Rafael Alducín, el 13 de abril de 1922, lanzó una convocatoria en la primera plana del periódico "Excelsior", solicitando al gobierno la institucionalización de un día dedicado a las madres mexicanas. La propuesta fue bien recibida y generó un gran interés.

El periódico "Excelsior" expresó su deseo de que el 10 de mayo de cada año se dedicara a honrar a las madres, ya sea en vida o en memoria. Esta fecha, el 10 de mayo, se convirtió en el Día de la Madre en México y se celebra con gran entusiasmo y afecto en todo el país.

En 1949, el entonces presidente de México, Manuel Ávila Camacho, colocó la primera piedra del Monumento a la Madre en la Ciudad de México. Este monumento fue inaugurado por el presidente Miguel Alemán Valdés, y en él se encuentra una placa de bronce con la emotiva frase: "A la que nos amó antes de conocernos".

Sin embargo, el Monumento a la Madre sufrió daños durante el terremoto del 19 de septiembre de 2017, lo que requirió su reconstrucción para preservar este importante símbolo de amor maternal en México.

Cabe mencionar que no se trata de una celebración "moderna", En el caso de Mesoamérica, los mayas le rendían culto a Ixchel, diosa de la luna, el amor, la fertilidad y la gestación y los mexicas adoraban a Tonatzin —término con que se designaba a distintas deidades femeninas— que era "la madre de todo lo que existe". En la cultura azteca, en donde una divinidad podía tener distintos nombres, Coatlicue, diosa de la fertilidad, también recibía el nombre de Tonatzin.